Una de cal.....
Una sociedad que ya no puede ni reproducirse.
Párate por favor, a pensar 2 segundos en lo que acabo de decir.
Estamos en un momento en el cual la infertilidad empieza a ser uno de los principales problemas de nuestra sociedad actual. Por no entrar en que en el primer mundo el número de suicidios, depresiones o trastornos psicológicos va en aumento. Curiosa evolución la de nuestra especie.
La capacidad para reproducirse es una propiedad innata como lo es el respirar. Es una de las características que nos convierte en seres vivos. Un poder que viene de serie y que poco a poco estamos perdiendo.
Qué esta pasando, A donde vamos cómo especie?
Pero no es sólo eso, son multitud los síntomas y signos a nuestro alrededor a los que no prestamos atención.
Al igual que el cuerpo, previo a desarrollar una enfermedad, nos muestra avisos de que algo no va bien, el mundo también lo hace a su manera.
Por ejemplo, una depresión. Antes de caer en depresión, la persona que lo sufre, nota agotamiento, apatía, tristeza y malestar fruto seguramente de malos hábitos, poco descanso, mucho stress, mal dormir, mal comer etc.
Es decir, echamos toda la carne en el asador pensando que no sufriremos ninguna repercusión por nuestra forma de vivir. Pero llega el momento en que la capacidad para reequilibrarse del organismo colapsa y aparece la enfermedad, en este caso la depresión.
También podemos llamarlo crisis si preferimos. Nuestro cuerpo vive una crisis, ha colapsado. Pero no es el único culpable el stress o el dormir mal, tampoco la falta de ejercicio. Es la suma de muchas causas las que llevan al cuerpo a una situación límite.
No sirve buscar un único culpable claro y nítido sobre el que cargar la responsabilidad de esta crisis. Sería como ponerse una venda en los ojos y sería peligroso porque eliminarías esa causa de la ecuación como si fuera el único motivo relevante y eso te llevaría a cometer de nuevo el mismo error pasado un tiempo.
Es esto lo que nos puede ocurrir con la situación que estas viviendo actualmente. Si nos equivocamos en el análisis de lo que actualmente está ocurriendo, y consideramos que la solución pasa por buscar un único culpable y cargarle la responsabilidad de todo este desastre, estaríamos desaprovechando la oportunidad de aprender de esta situación y correríamos el riesgo de caer en los mismo errores.
Tenemos que hacer autocrítica. Empezando por mirarnos cada uno a nosotros mismos.
Hacía mucho que el planeta, la naturaleza e incluso nuestra misma especie mandaba señales, signos y síntomas que alarmaban de que algo no iba bien.
En qué nos hemos convertido para que todo esto tenga que ocurrir.
En qué nos hemos convertido para que no sintamos la menor empatía por las miles de víctimas que día a día sufre lo anteriormente nombrado
¿Por qué no convertimos los aplausos de las 8, cuando todo esto haya pasado, en un minuto de reflexión diaria sobre lo que pasa en el mundo?
Y dedicamos así, un sólo minuto al día de nuestro pensamiento para que poco a poco nos vaya calando la idea de que algo tiene que cambiar.
Párate por favor, a pensar 2 segundos en lo que acabo de decir.
Estamos en un momento en el cual la infertilidad empieza a ser uno de los principales problemas de nuestra sociedad actual. Por no entrar en que en el primer mundo el número de suicidios, depresiones o trastornos psicológicos va en aumento. Curiosa evolución la de nuestra especie.
La capacidad para reproducirse es una propiedad innata como lo es el respirar. Es una de las características que nos convierte en seres vivos. Un poder que viene de serie y que poco a poco estamos perdiendo.
Qué esta pasando, A donde vamos cómo especie?
Pero no es sólo eso, son multitud los síntomas y signos a nuestro alrededor a los que no prestamos atención.
Al igual que el cuerpo, previo a desarrollar una enfermedad, nos muestra avisos de que algo no va bien, el mundo también lo hace a su manera.
Por ejemplo, una depresión. Antes de caer en depresión, la persona que lo sufre, nota agotamiento, apatía, tristeza y malestar fruto seguramente de malos hábitos, poco descanso, mucho stress, mal dormir, mal comer etc.
Es decir, echamos toda la carne en el asador pensando que no sufriremos ninguna repercusión por nuestra forma de vivir. Pero llega el momento en que la capacidad para reequilibrarse del organismo colapsa y aparece la enfermedad, en este caso la depresión.
También podemos llamarlo crisis si preferimos. Nuestro cuerpo vive una crisis, ha colapsado. Pero no es el único culpable el stress o el dormir mal, tampoco la falta de ejercicio. Es la suma de muchas causas las que llevan al cuerpo a una situación límite.
No sirve buscar un único culpable claro y nítido sobre el que cargar la responsabilidad de esta crisis. Sería como ponerse una venda en los ojos y sería peligroso porque eliminarías esa causa de la ecuación como si fuera el único motivo relevante y eso te llevaría a cometer de nuevo el mismo error pasado un tiempo.
Es esto lo que nos puede ocurrir con la situación que estas viviendo actualmente. Si nos equivocamos en el análisis de lo que actualmente está ocurriendo, y consideramos que la solución pasa por buscar un único culpable y cargarle la responsabilidad de todo este desastre, estaríamos desaprovechando la oportunidad de aprender de esta situación y correríamos el riesgo de caer en los mismo errores.
Tenemos que hacer autocrítica. Empezando por mirarnos cada uno a nosotros mismos.
Hacía mucho que el planeta, la naturaleza e incluso nuestra misma especie mandaba señales, signos y síntomas que alarmaban de que algo no iba bien.
- Se secan los polos, se incendian los montes, aparecen tsunamis, riadas e inundaciones.
- Pero peor incluso que todo esto, es que se están ahogando seres humanos en el mar Mediterráneo.
- Millones de refugiados huyendo de sus tierras por una u otra guerra. Y repudiados por nosotros para que no nos quiten nuestro mal llamado “ sistema de bienestar”
- Se están envenenando poblados enteros de niños y familias por los vertidos tóxicos a los ríos de fabricas.
- Se contaminan los océanos con islas de plásticos.
- Se está masacrando el congo por la extracción de minerales como el coltán, necesario para los equipos informáticos del momento.
- Miles de niños mueren por desnutrición al día en el mundo entero.
- Hay más gente por debajo del umbral de la pobreza que por encima, es decir más gente pobre que “ no pobre” en el mundo. Y digo “no pobre” porque de los que están por encima no todos son ricos precisamente.
- Nos odiamos entre nosotros por nuestras creencias religiosas. Vemos enemigos donde sólo tenemos un hermano de creencias diferentes.
En qué nos hemos convertido para que todo esto tenga que ocurrir.
En qué nos hemos convertido para que no sintamos la menor empatía por las miles de víctimas que día a día sufre lo anteriormente nombrado
¿Por qué no convertimos los aplausos de las 8, cuando todo esto haya pasado, en un minuto de reflexión diaria sobre lo que pasa en el mundo?
Y dedicamos así, un sólo minuto al día de nuestro pensamiento para que poco a poco nos vaya calando la idea de que algo tiene que cambiar.
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